Análisis: el informe pone al descubierto la inacción ante la crisis climática; los líderes políticos están ahora en el banquillo de los acusados.

Tomado de: TheGuardian

A view of the Komsomolskaya coal mine in Vorkuta, Russia. Humanity’s emissions of fossil fuels have caused dangerous global heating. Photograph: Alexei Reznichenko/TASS

Vista de la mina de carbón Komsomolskaya en Vorkuta, Rusia. Las emisiones de combustibles fósiles de la humanidad han provocado un peligroso calentamiento global. Photo: Alexei Reznichenko/TASS

 

Los científicos advierten que el ser humano ha provocado un cambio climático “sin precedentes” e “irreversible
La crisis climática está causada “inequívocamente” por las actividades humanas, según el informe del IPCC.

Como veredicto sobre los crímenes climáticos de la humanidad, el nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático no puede ser más claro: culpable de todo.

Las advertencias de los científicos, repetidamente ignoradas durante las últimas décadas, se han hecho realidad. La humanidad, con sus acciones, o su falta de acción, ha recalentado inequívocamente el planeta. Ningún lugar de la Tierra se libra del aumento de las temperaturas, de las inundaciones, de los incendios forestales o de las sequías.

El futuro parece peor. “Si no detenemos pronto nuestras emisiones, nuestro clima futuro podría convertirse en una especie de infierno en la Tierra”, afirma el profesor Tim Palmer, de la Universidad de Oxford.

Esta sería la sentencia para estos crímenes climáticos, pero aún no se ha dictado. El mundo puede evitar el castigo más severo, pero por poco. Es necesario un arrepentimiento inmediato por los retrasos que han llevado al mundo al borde del abismo, en forma de recortes inmediatos y profundos de las emisiones.

El aspecto clave del informe del IPCC es que el resumen de 42 páginas es acordado, línea por línea, por todos los gobiernos del planeta, con el veto de los científicos a cualquier propuesta políticamente conveniente pero no científica.

De este modo, los gobiernos que siguen sin tomar medidas no tienen dónde esconderse: el informe, muy claro, ha echado por tierra todas sus coartadas. “Demasiados planes climáticos ‘cero’ se han utilizado para maquillar de verde la contaminación y los negocios de siempre”, afirma Teresa Anderson, de ActionAid International.

El informe pone en evidencia esos planes al afirmar con crudeza que la acción inmediata es la única forma de evitar impactos cada vez peores, de los que los incendios forestales de hoy en California, Grecia y Turquía, las inundaciones en Alemania, China e Inglaterra, y las olas de calor en Canadá y Siberia son sólo un anticipo. Como dice Greta Thunberg, la crisis climática debe tratarse como una crisis.

La acción necesaria es bien conocida y el informe del IPCC debe ser el acicate para que se tome, dice António Guterres, secretario general de la ONU: “Este informe debe hacer sonar un timbre de muerte para el carbón y los combustibles fósiles, antes de que destruyan nuestro planeta. Si unimos nuestras fuerzas ahora, podemos evitar la catástrofe climática”. Pero, como deja claro el informe, no hay tiempo para retrasos ni espacio para excusas”.

Todas las decisiones que se tomen ahora son importantes. Helen Clarkson, directora general del Grupo del Clima, que representa a 220 gobiernos regionales y 300 empresas multinacionales, que abarcan 1.750 millones de personas y el 50% de la economía mundial, afirma: “Cada decisión, cada inversión, cada objetivo, debe tener el clima como eje central”.

La gravedad de la situación expuesta en el informe echa por tierra las fanfarronadas sobre los supuestos costes de la acción climática. En cualquier caso, no actuar costará mucho más. “Es suicida y económicamente irracional seguir postergando las cosas”, afirma el profesor Saleemul Huq, director del Centro Internacional para el Cambio Climático y el Desarrollo de la Universidad Independiente de Bangladesh.

Para los gobiernos y las empresas que siguen optando por la inacción, el informe del IPCC puede acabar siendo una prueba clave en su contra en los tribunales reales. “Llevaremos este informe a los tribunales”, afirma Kaisa Kosonen, de Greenpeace.

“Al reforzar las pruebas científicas entre las emisiones humanas y el clima extremo, el IPCC ha proporcionado nuevos y poderosos medios para responsabilizar directamente a la industria de los combustibles fósiles y a los gobiernos de la emergencia climática”, afirma. “Basta con ver nuestra reciente victoria judicial contra Shell para darse cuenta de lo poderosa que puede ser la ciencia del IPCC”.

La esperanza permanece, simplemente. Christiana Figueres, que era jefa de clima de la ONU cuando se selló el acuerdo de París en 2015, dice: “Todo lo que necesitamos para evitar los impactos exponenciales del cambio climático es factible. Pero depende de que las soluciones se muevan exponencialmente más rápido que los impactos”.

El informe del IPCC significa que todas las pruebas que se necesitarán están ya disponibles. “La continua vacilación para abordar el cambio climático ya no se debe a la falta de pruebas científicas, sino que está directamente relacionada con la falta de voluntad política”, afirma Kristina Dahl, de la Union of Concerned Scientists.

Eso significa que los líderes políticos están ahora en el banquillo de los acusados y que la vital cumbre de la ONU Cop26, que se celebrará en Glasgow en noviembre, puede ser la última audiencia en la que puedan evitar el juicio de la historia.

 

Tomado de: TheGuardian